La gran mayoría de los infectados con dengue en Tucumán tiene entre 15 y 44 años: son el 51%. En esa misma franja etaria se encuentran los pacientes que perdieron la vida a causa de la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. En los distintos centros de salud, los médicos han visto cuadros gravísimos de la patología y síntomas que antes no se registraban; por ejemplo, mujeres que llegan con cansancio extremo y sangrado vaginal anormal (ginecorragia), que no coincide con el período.
Aunque hay varias hipótesis, nadie sabe a qué se debe este cambio en los síntomas, las internaciones más prolongadas o el mayor riesgo de complicaciones en jóvenes con respecto a los brotes anteriores. En la epidemia de 2020 los infectados de 15 a 44 años representaban el 29 % del total, mucho menos que en la actualidad.
Un dato contundente, según el último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, es que en el país tres de cada cuatro fallecidos fueron afectados por el serotipo DEN 2 (el dengue tiene cuatro serotipos). En total, hay 35 muertes. En Tucumán oficialmente se notificaron nueve decesos y casi 18.000 contagios este año. Esa cifra es más del doble que en la epidemia más grave que habíamos sufrido, hace tres años.
Dengue: ¿existe una variante genética?
Aunque se sabe que el serotipo de dengue que está circulando en nuestra provincia, el DEN 2, es el que con mayor frecuencia produce casos severos, no son pocos los infectólogos que sostienen que podría tratarse de una variante genética del virus del dengue.
La doctora Romina Cuezzo, responsable de la Dirección de Epidemiología del Siprosa, explicó que aún no tienen información a nivel nacional acerca de subvariantes de los tipos de dengue. “Eso se estudia e informa desde el laboratorio de referencia nacional”, precisó.
En los últimos días algunos especialistas lanzaron la hipótesis de que en la Argentina podría estar circulando un genotipo del DEN2, que se conoce como variante tailandesa. Y se mostraron los resultados de un estudio realizado hace ya algunos años, que compara este genotipo del sudeste asiático (SEA) con uno americano (AM).
El genotipo AM fue endémico en el hemisferio occidental y las islas del Pacífico Sur durante cinco décadas y, hasta la fecha, no se documentaron casos de fiebre hemorrágica atribuidos a este genotipo, incluso cuando provocan una infección secundaria, según se explicó.
El genotipo originario de Tailandia, que se detectó por primera vez en el continente en Cuba en 1981, está vinculado a algunos escenarios epidémicos donde hubo una suba de casos de fiebre hemorrágica.
El trabajo, titulado “”El genotipo del virus del dengue determina la capacidad vectorial del Aedes aegypti” -publicado en el American Journal of American Medicine and Hygiene- se basa en la descripción de estas dos de las cuatro variantes o genotipos que tiene el DEN 2.
¿Qué diferencia el genotipo del sudeste asiático del americano? En primer lugar, la capacidad letal. El tailandés, además, se distingue por la velocidad con la que el mosquito se infecta una vez que pica a una persona ya contagiada, lo que lo coloca mucho más rápido en capacidad de seguir transmitiendo la enfermedad.
La conclusión del trabajo es que la capacidad del mosquito para replicar el virus condiciona el número de casos que aparecerán luego de la introducción de un caso importado en un área determinada.
Según explica el virólogo Adrián Díaz, investigador del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas, el genotipo de dengue puede llegar a determinar la capacidad que tiene un mosquito para transmitir ese genotipo de virus y eso repercute en la velocidad con que se generan nuevas infecciones. “Pero también influyen otras cosas, como la susceptibilidad de la población”, remarcó.
Otros factores que incidieron en la presente epidemia, según el experto, fueron las olas de calor: a mayor temperatura ambiental, el tiempo que necesita el virus dentro del insecto es menor y así se acelera el proceso de transmisión.
“Que una epidemia sea más grave que otra está determinada por varios factores que con el tiempo iremos descubriendo. Puede tener que ver con la cepa que circula, puede estar relacionado con la cantidad de personas vulnerables, o si hay una importante cantidad de pacientes que están cursando una segunda infección. Recordemos que en estos casos puede ser más grave el dengue. Los médicos tendrán que ir determinando si las muertes se produjeron por reinfecciones, por cuestiones del genotipo de virus o del hospedador”, analizó.
Casos de dengue en Tucumán
En la última reunión que tuvieron las autoridades sanitarias de Tucumán, donde se conocieron los datos epidemiológicos más recientes, se notó en las dos últimas semanas un amesetamiento del número de casos en la capital y en Lules, mientras que en otras localidades la curva de contagios está creciendo. Por ejemplo, en Cruz Alta y en Chicligasta.
Hasta ahora, el período con más casos fue la primera semana de abril. No obstante, después de las lluvias y con un pronóstico que anuncia varios días soleados y cálidos, las autoridades pidieron a la población extremar las medidas de prevención:
• Eliminar los recipientes en desuso que puedan acumular agua dentro o fuera de la casa.
• Dar vuelta los objetos que están en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, botellas).
• Cambiar el agua de bebederos de animales o colectores de desagües de aire acondicionado cada tres días.
• Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
• Mantener los patios limpios, ordenados y desmalezados.
• Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
• Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas.
• Ante cualquier síntoma (fiebre alta, vómitos, diarrea, dolor corporal o de cabeza), consultar a un médico.